
Primera celebración, en privado, del cumple de T, y me llevó al
Vivanda (Major de Sarrià, 134). Hace tiempo que queríamos ir desde que lo lleva (¿asesora?) Jordi Vilà del Alkimia; LG nos lo recomendaba

siempre pero no hallábamos la ocasión. Y el viernes llegó, hicimos la excursión a Sarriá, que es como viajar a otra ciudad, o pueblo. Y acertamos. Bastante lleno (público de la zona, o sea, zona alta), nos atendieron en seguida, y es que el servicio es exquisito. Y la decoración también. La carta, platillos, así que compartimos croquetas de jamón (buenísimas, crujientes y suaves), tortilla de patatas (con el huevo muy poco hecho, bien),
macarrones al gratén (deliciosos rigattoni con sabor a rustido), caracoles (se los comió T que a mí los caracoles ni fu ni fa),
presa ibérica (de 10) y tataki de atún (bien, pero creo que ya no teníamos hambre, las raciones para ser platillos son generosas). Queríamos un Riesling alemán que nos había

recomendado LG , para beber pero se había acabado (se lo debe recomendar a todo el mundo, supongo) y optamos por un Cristiari. Con el pan (correcto pero con la corteza muy quemada -con el pan ahora que a diario consumimos las exquisiteces del Baluard cuesta contentarnos-) un café y un té Earl Grey deluxe que me supo a gloria (de Sans & Sans), salimos a 36 € por cabeza. Muy bien, cenamos muy a gusto y muy bien atendidos. ¡Y tiene terraza interior, que en verano debe estar codiciadísima!
3 comentarios:
Me alegro que os gustara!! y si, en verano, cenar en el jardin es una verdadera delicia...
Para pan, bueno, bueno, el del Boca Mel, en Carrer Comerç 8 polbornbcn@yahoo.es
que dice w que sí a lo del viernes. les llamo en la cena y nos vemos en el pop air
yeah!!!
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