Sevilla otra vez !

Fin de semana en Sevilla, a pinchar de nuevo en el Obbio y aprovechar para...comer y beber, que hay que ver lo que comen y beben por allí, todo el día en la calle. En BCN nos recogió Ferdiyei, y dejamos su coche en aparcaivola, el nuevo servicio este que por 10 € diarios dejas el coche en su parking y después te llevan en una van a la terminal. Comodísimo para escapadas cortas. Ya en Sevilla, vino e_I a recogernos al aeropuerto, dejamos las cosas en el Hotel Corregidor -que escogimos nosotros, ya que aunque un poco carrinclón y antiguo está bien situado- y nos fuimos a tapear. Primero a la Plaza del Salvador, donde todo el mundo toma cerveza en la calle -a los catalanes eso nos sorprende mucho eso de poder beber en la vía pública-; nos tomamos unas cañitas y unas patatas fritas para abrir el apetito, de ahí a uno de mis favoritos, La Estrella, donde ya sentados, cayeron las famosas croquetas de Cabrales con cabello de ángel -que me en.can.tan-, cazón en adobo, solomillo al whisky y delicias diversas. Para el postre nos fuimos paseando a La Campana, donde uno no sabe qué escoger de tan buena pinta que tiene todo. Me comí algo con mucha crema.
Una buena siesta y a casa de C y M, amigos de e_I que conocimos de cuando vivían todos en BCN. Era el cumpleaños de C, y había fiestecita en la terraza. Comimos mucho jamón y departimos con los invitados; a mí me encantó hablar con M, reportera de Andaluces por el Mundo, programa del que soy fan, y que nos estuvo contando entresijos del programa, alguno de sus últimos destinos -especialmente Mali, que le había impactado mucho- y sus próximos.
De ahí ya a la sala Obbio, que cuando llegamos ya estaba bastante llena; mucha gente durante toda la noche. Pinchamos muchísimo, en turnos de media hora, ideales para hacer vida social. Eso sí, a las 6 cuando acabábamos yo ya estaba cansadísimo. Otros siguieron por ahí de after y acabaron dando vueltas por las calles sevillanas, ja ja. Por cierto que la sala Obbio está de aniversario y tiene programación de lujo: directo de Hidrogenesse, Nacho y Roberta Marrero pinchando...
El domingo nos levantamos a las tantas (late checkout -"lechecao" en argot-), desayunamos un poco y a comer a Casa Paco con los de la sala, Miguel, la fantástica Carmen y su hija. Qué rico todo. Una vueltecita por la Alameda, un té y al aeropuerto que ya tocaba volver.
Y de vuelta a casa, nada de pesarse, vimos Pekin Express que está ya acabando y está de lo más interesante