Me ha encantado -y casi se me escapa (acaba el domingo 14)- la exposición temporal "Imágenes secretas: Picasso y la estampa erótica japonesa", en el Museu Picasso. Establece un paralelismo entre los dibujos eróticos que realizó el pintor -desde los que hizo en su juventud como pequeños esbozos hasta los más elaborados para una exposición en 1970- y las estampas eróticas japonesas clásicas del S. XVIII y XIX -curiosamente llamadas en japonés shunga-.
También lucen las historias de que el japonismo estuvo ya de moda ¡a finales del XIX!. En Barcelona abrieron tiendas especializadas en arte oriental, e incluso hubo un Museo de Arte Japonés en Pau Claris. Fascinante leer sobre Sadayako, actriz japonesa en gira por Europa y sobre su actuación en el Novedades, en 1902: la reseña en la revista Pel i Plòma, exhibida en la exposición, sobre el público asistente podría ser perfectamente actual.
Y si ver los dibujos de Picasso es interesante, más me gustaron los shunga originales, algunos muy muy guarretes, y que incluyen traducciones de los diálogos que aparecen en las estampas.
Interesantísima. En el blog del museo, los comisarios explican sobre la gestión del proyecto y su realización, por si se quiere saber más.
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