martes, 9 de junio de 2009

Can Maño

El sábado decidimos ir de nuevo a la Barceloneta (ya, me voy a hartar en el futuro). Queríamos ir a comer a Kaiku, que lo tenemos en lista desde hace tiempo, pero lo tenían todo reservado. Así que acabamos de nuevo en Can Maño (Baluard 12), un clásico de los que quedan pocos. Eso sí, a mediodía hay que ir antes de las 2, a partir de esa hora las colas en la calle son kilométricas. Cayeron unos calamares a la plancha, pescadilla, boquerones fritos y dos de berenjenas fritas. Todo delicioso. Es de esos sitios de vino con gaseosa y de postres envasados (nos tomamos dos cuajadas con miel, no digo más). Salimos a 17 € por cabeza. Insuperable.
Por la tarde tocaba pasarnos por el Born, primero a la Iguapop Gallery a ver la nueva exposición de Tim Biskup, que siempre me ha gustado mucho. Su nueva obra no me gusta tanto, se ve que ha pasado un período un poco oscuro y lo que está haciendo ahora no es tan pop como en la exposición anterior, con esos totems en plan tiki que me encantan. De ahí fuimos al hotel Chic&Basic, a la edición veraniega del Changing Room, ese escaparate de nuevos diseñadores, en que cada uno instala su paradeta en una habitación del hotel. Nos tomamos una Saaz (que patrocinaba el evento), nos encontramos a Ivonne y sus niñas y acabamos de pasear y ver tiendas. Y a casita, a cenar y a ver Fringe. Aunque también vimos el reportaje de TV3 sobre un viaje de Tomás Molina a la Antártida. Y pensar que a este chico siempre le veíamos en el bar de la facultad, siempre solo sentado en una mesa, haciendo campana, supongo (como nosotros, claro).

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