Liverpool (I)

BARCELONA-LIVERPOOL
Lunes 28 de diciembre
Vuelo de Easy Jet a las 11. Aerobús al aeropuerto -Terminal 2 C, ahora Easy Jet está donde estaba antes el puente aéreo-, facturamos maletas, recorremos TODA la Terminal 2 - el embarque está en la otra punta, por supuesto, y eso que esta terminal parece ahora abandonada y vacía-, desayunamos y cuando llegamos a embarcar, descubrimos que pasan de lo de embarcar por grupos. Al no tener asiento asignado, nos sentamos separados en las primeras filas. Buen vuelo...hasta que al llegar a las cercanías de Liverpool solo se ven chimeneas de las centrales térmicas por encima de una espesa niebla. No se puede aterrizar, seguimos dando vueltas y si no despeja, nos desviarán a Manchester...Intento de aterrizaje, y en plan Top Gun, cuando estamos bajando a saco, media vuelta y hacia Manchester. Suerte que había un ambiente de cachondeo en el avión, que si no me cago de miedo. Total que llegamos a Manchester y a esperar dentro del avión -40 minutos- hasta que llegue el autobús que nos llevará a Liverpool... En fin, la aventura es la aventura.
Llegamos por fin al aeropuerto de Liverpool, donde nos deja el autobús que nos han puesto, y rápidamente pillamos un bus urbano que nos lleve a Liverpool. Casi todos pasan por Paradise St, donde estamos nosotros, así que el primero ya nos vale. 1.70 GBP por cabeza (el cambio está fantástico, 1 GBP=1,10 € !) Nos deja justo al lado, nos situamos y estamos ya en Liverpool One, la nueva zona de shopping y viviendas donde hemos pillado el apartamento, Bridgestreet at Liverpool One. Nos dan el 805. Y está increíble, tiene un salón, cocina equipadísima con mesita, habitación, baño y hasta cuarto de limpieza. Y unas vistas impresionantes a todo Liverpool One, la noria -que está muy de moda lo de las norias en UK-, el Albert Dock y el río. Se ve que toda esta zona -donde no había nada hace 5 años- es parte del desarrollo urbanístico que se hizo cara a la capitalidad cultural europea de 2008. Lo reservamos en booking.com, 74 GBP por noche. Como que ya ha oscurecido, salimos a dar una vuelta por la zona -shopping mall y restaurantes- y a comprar desayuno para los siguientes días, aprovecharemos el apartamento. Intentamos cenar en el Chaophraya, un thai con muy buena pinta: está fully booked para toda la noche del lunes, reservamos para mañana. Resulta que los liverpoolianos no sólo salen de compras -nos parece todo muy bien de precio, bendito cambio- sino que también salen a cenar. Cenamos en el Wagamama, todo un clásico en UK, en plan noodles-panasiático, la cadena que inspiró otras como los Udon que tenemos en BCN. Unos yaki udon, unos ramen, dos Asahi gigantes y un choc fudge de postre: 15 GBP por cabeza. Y un poco de tele (británica, por supuesto, no tenemos canales internacionales ni nada), y a dormir.